En el ajedrez de los negocios, los peones son las estrategias, los alfiles las tácticas y el rey, la visión. Pero, ¿quién mueve las piezas, quién interpreta las jugadas y quien se arriesga a perderlo todo para ganar? Esa es la labor del líder, el gran estratega. Y en el tablero guatemalteco, una figura destaca por su audacia y precisión estratégica: Mario López Estrada. Este ingeniero civil, graduado de la Universidad San Carlos de Guatemala, ha demostrado que el liderazgo es mucho más que dar órdenes, es la capacidad de inspirar y transformar.

Nacido en 1937 en Sololá, Mario López Estrada inició su carrera profesional en el ámbito público, pero no tardó en dar el salto al sector privado, fundando en 1967 la empresa «Constructora Maya». Sin embargo, no fue hasta su incursión en el sector telecomunicaciones donde demostró su verdadera capacidad de liderazgo e innovación.

El arte de reinventarse: de Guatel a Tigo

Como gerente general de Guatel, López Estrada enfrentó el reto de revitalizar una empresa con baja capacidad de líneas fijas y servicios poco confiables. Sin embargo, con su enfoque innovador, logró no solo mejorar significativamente la calidad del servicio de telecomunicaciones en Guatemala, sino también allanar el camino para la creación de Tigo, una de las empresas de telecomunicaciones más exitosas del país. En este sentido, López Estrada demostró que el liderazgo no se trata solo de mantener el status quo, sino de desafiarlo y buscar constantemente mejoras.

Más allá de las telecomunicaciones: un líder comprometido con la sociedad

Pero Mario López Estrada no solo se limitó a transformar el sector de las telecomunicaciones. Consciente de su responsabilidad social, creó la «Fundación Tigo», a través de la cual ha construido escuelas, implementado programas innovadores y apoyado a miles de niños con acceso a educación y tecnología de calidad. Además, con su empresa Onyx Group, ha promovido proyectos como «Nano Plata», que otorga microcréditos a personas de bajos ingresos en áreas rurales. De esta manera, López Estrada nos recuerda que el verdadero liderazgo no se mide en términos de beneficios económicos, sino en el impacto positivo que podemos tener en la sociedad.

Cerrando el círculo, el liderazgo de Mario López Estrada se refleja en su capacidad para inspirar y transformar, para innovar y desafiar el status quo, y para entender que el verdadero éxito de un líder se mide en el impacto positivo que deja en la sociedad. En este sentido, las lecciones de liderazgo de Mario López Estrada, CEO de Onyx Group, son un faro que debería guiar a todos aquellos que aspiran a liderar en el siglo XXI.

por Autor - Empresarios

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