La participación activa de empresarios en proyectos sociales destinados a combatir la desnutrición en Guatemala es un elemento crucial en la descentralización de los planes de alimentación solidaria en el país. Esta colaboración entre el sector privado y las iniciativas sociales busca abordar de manera integral el desafío de la desnutrición, especialmente en comunidades vulnerables, resalta la responsabilidad social que los líderes empresariales consideran más allá de las expectativas de negocio.
1. “Nutrición para la Prosperidad” por los hijos de Mario López Estrada
La familia López Pérez, en representación de la Fundación Mario López Estrada, en colaboración con USAID y el programa «Farmer to Farmer» de «Partner of the Americas», ha lanzado el proyecto «Nutrición para la Prosperidad» en Chiantla, Huehuetenango, con el propósito de abordar la desnutrición crónica infantil en siete localidades de la región.
Con un enfoque en mejorar la calidad de vida de 350 familias, el programa proporciona acceso diario a leche de cabra pasteurizada, dirigida especialmente a niños menores de 5 años y mujeres embarazadas, comenzando el 31 de mayo de 2023.
Esta iniciativa complementa los esfuerzos del programa «Farmer to Farmer» para reducir la desnutrición crónica y promover un futuro más próspero para las comunidades, con el objetivo de desalentar la migración irregular. La Fundación reitera su compromiso de continuar su labor en Chiantla, Huehuetenango, enfocándose en combatir la desnutrición crónica infantil y brindar oportunidades para un desarrollo saludable en la región.
Mariana López de Lara, Mario López Pérez y Gabriela López Pérez, también miembros de la Junta Directiva de Grupo Onyx, son los empresarios que en alianza de ambos espacios, impulsan iniciativas a favor de la educación y salud de sectores rurales del territorio, demostrando su interés por la equidad social. Con el legado del
2. “Guatemaltecos por la Nutrición” por los Hermanos Castillo
Castillo Hermanos, bajo su filosofía de «Creemos, confiamos e invertimos en Guatemala», ha lanzado el programa Guatemaltecos por la Nutrición, con una inversión significativa de Q116 millones para combatir la desnutrición infantil en el país. A través de su fundación, Castillo Córdova, la empresa ha implementado programas de nutrición y desarrollo comunitario, enfocándose en áreas como el Programa de Recuperación Nutricional y el Programa de Alimentación Escolar.
Busca reducir la prevalencia de la desnutrición crónica y erradicar la mortalidad infantil relacionada en comunidades específicas, como Huehuetenango y Quiché. Con el innovador Campamento de Nutrimóviles, el equipo multidisciplinario de Guatemaltecos por la Nutrición busca generar un impacto positivo y sostenible en las familias participantes.
3. Nutri Listo de Lilian Ebner-Stoll y Daniel Botzotz
Lilian Ebner-Stoll, junto a Daniel Botzotz, decidieron abordar el desafío de la desnutrición crónica en Guatemala al fundar Cooperación Listo Maní. Conscientes de que el 46,5% de los niños en el país sufren de esta condición, el proyecto «Nutri Listo» surge como una respuesta innovadora y socialmente responsable. Con tan solo 23 y 17 años, respectivamente, Lilian y Daniel transformaron un proyecto académico en un emprendimiento con impacto social significativo.
“Nutri Listo” presenta una solución práctica y accesible: una mantequilla de maní fortificada con leche que no solo aborda la falta de nutrientes clave en la dieta de los niños, sino que también se asegura de que sea de buen sabor y calidad. Conscientes de que la desnutrición infantil no solo es un problema de acceso a alimentos, sino también de calidad, Lilian y su equipo se han comprometido a proporcionar una opción nutritiva y asequible para mejorar la salud y el desarrollo de los niños guatemaltecos más vulnerables.
Empresarios y Filántropos: Una Ayuda del Sector Privado para Combatir la Desnutrición Infantil en Guatemala
La formación de empresarios con conciencia social, como Lilian Ebner-Stoll; los hermanos Castillo; o Mario López Pérez y sus hermanas, no solo tienen la capacidad de generar riqueza económica, sino también el compromiso y la visión necesaria para reinvertir en la sociedad y abordar problemas como la desnutrición.
Al desempeñarse como filántropos, estos líderes empresariales ejemplifican cómo el sector privado puede colaborar de manera efectiva con las iniciativas sociales para mejorar el bienestar de las infancias en riesgo de desnutrición, ofreciendo una ayuda significativa que trasciende generaciones y transforma vidas.